domingo, 3 de agosto de 2008

Despedida y viaje a Ghana

Hola a todos y todas, Beatriz y yo esperamos que esteis bien y disfrutando de las vacaciones, segun os toque. Sabemos que los Sanfermines han sido estupendos y nos alegramos; nosotros tambien celebramos al Patron con comida de hermandad de la comunidad pamplonica en el Chad: Beatriz, el hermano Martin Sarobe y yo. Estupendamente, con chorizo, esparragos y pacharan, faltaba uno para jugar al mus.
A mediados de julio vino la medico alemana, Lydia, y asi Beatriz termino su trabajo en el hospital. En la practica, ha ido hasta el ultimo dia en Sarh al hospital; por un lado para ayudar a Lydia, que se quedaba sola y por otro porque le ha sido dificil despedirse de pacientes, personal, familiares... Los ultimos dias en Sarh han sido un goteo de visitas, comidas, cenas de despedida... y una pregunta constante en todas ellas: '?cuando volveis?'... Nos vamos con pena por alejarnos de una realidad que hemos vivido muy intensamente. Durante este ano en el Chad, nos hemos admirado, ilusionado, enrabietado, hemos reido con los que reian y llorado con los que lloraban. Hemos ofrecido nuestro trabajo y nuestra presencia, tambien nuestro amplio abanico de gamberradas. Juntos hemos sido muy felices, muy plenos. Nos vamos del Chad, como vinimos (con mas pelo (Bea) con menos (yo), mucho mas sucios...ya nos vereis) pero con la vivencia de que la realidad se ha ensanchado por los extremos: por un lado el de la miseria, la pobreza, la injusticia que hemos palpado y por otro el de la grandeza de las personas que hemos encontrado. Tambien en nuestra tierra natal hay de los dos extremos, pero quizas es mas dificil percibirlo. Bueno, tendreis mas detalles de este ano en breve y en directo.
Y asi salimos del Chad hacia Ghana, donde estamos ahora. Por cuestiones de seguridad hicimos el viaje con una compania etiope, con una escala en Addis Abeba que se prolongo inesperadamente durante 1 dia. Al final llegamos sanitos. Nuevamente hemos sido acogidos en familia por los Hermanos Maristas, (aqui hay 4 espanoles) y por el superior del distrito. Tambien hemos coincidido con un grupo de 10 murcianos voluntarios maristas. Ghana no tiene nada que ver con el Chad, tiene carreteras, senales, semaforos, luz y agua, restaurantes... Beatriz y yo pareciamos Paco Martinez Soria en "la ciudad no es para mi".
Aqui hemos conocido el pais, descansado y participado en el Consejo del Distrito de Africa del Oeste, donde hemos compartido la experiencia, y hemos dado nuestra vision del Tchad y el futuro de la obra marista alla. Tambien hemos conocido hermanos Maristas misioneros hasta la medula, que son como luces grandes, un tesoro. Pues nada, calamidades (calamitys, porque ahora hablamos en ingles), que nos vemos la semana que viene, la verdad es que tenemos muchas ganas de veros y comenzar !la fototortura!.
Un beso enorme, Rodrigo y Bea.
*cuando digo ano, me refiero al periodo de tiempo de 365 dias, no al conducto final del aparato digestivo, es que el teclado es ingles y no tengo *la egne espagnola* ni los acentos. Asi que no vais a tener ningun detalle de ninguna parte de mi cuerpo ni en breve ni en directo mas besos.

miércoles, 18 de junio de 2008

EL VERGEL-MAINGARA


MICRO PROYECTO


Residencia EL VERGEL-HOSPITAL MAINGARA

Una pequeña pequeña aportación para otras personas mayores que son atendidas muy lejos de Pamplona…


Envío de material sanitario para un Hospital en el CHAD



El envío no hubiera sido posible sin:




  • Los Residentes de El Vergel, que aportaron el dinero para realizar el envío obtenido con la venta de sus trabajos realizados en la Terapia Ocupacional y alguna que otra aportación anónima.



  • El material aportado por los Servicios de Farmacia y personal de enfermería de la Residencia El Vergel, Centro Psicogeriátrico San Francisco Javier y de Urgencias de Pediatría del Hospital Virgen del Camino.

Sobre planes de regreso, usos, espíritus y constumbres

Hola a todos, ¿Cómo estáis? Beatriz y yo esperamos que bien. Suponemos que algunos preparando el verano, las vacaciones, sanfermines… (¡ que ya no queda nada!). Otros seguiréis trabajando, con la caló; mucho ánimo a estos últimos. Sabemos que ha llovido mucho y esperamos que pronto empiece a hacer bueno como para salir de paseo o ¡ir a la playa!.
Por aquí seguimos como de costumbre. Con las lluvias amenazando seriamente el circular con coche tanto dentro como fuera de la ciudad (tendríais que ver a Beatriz con su todo-terrenito). Nosotros nos encontramos muy bien, gracias a Dios, estamos sanos y bellos. Seguimos con nuestros trabajos y quehaceres.
A estas alturas hay un punto que aclarar: ¿cuánto van a durar el trabajo y los quehaceres? ¿es que no piensan volver? ¿qué voy a hacer con el abono de Osasuna del año que viene? Bueno, a este respecto ya hemos tomado una decisión y no penséis que ha sido fácil. Hemos dado muchas vueltas a la idea de quedarnos un tiempo más por aquí; de hecho por un momento así lo pensamos. El día a día aquí nos resulta sencillo, cálido, intenso; nos encontramos muy bien rodeados, acompañados; el trabajo es mucho y todas las manos son bienvenidas… (como siga todavía nos vamos a quedar).
Bueno, pues a pesar de todo esto, creemos que éste es nuestro momento de volver a Pamplona y lo vamos a hacer para el próximo curso escolar.De hecho, ya tenemos el billete para el 4 de agosto.
Hasta entonces, estos son nuestros planes: estaremos en Sarh hasta el 10 o 12 de julio, cuando vuelve la médico alemana Lidia. Después iremos a Koumra para estar algunos días con el único hermano que queda en la comunidad: Martín. Luego viajamos a N’Djamena para volar hasta Ghana: resulta que el 28 de julio empieza el Consejo del Distrito Marista de África del Oeste y vamos a aprovechar para saludar a los hermanos e intercambiar experiencias. También esperamos visitar algo de Ghana, por aquello de conocer “otra África”. De nuevo volvemos a N’Djamena y para España.
Ni qué decir tiene que a estas alturas ya empezamos a tener el corazón partío: entre la alegría por la vuelta y lo difícil que es dejar esto… en cualquier caso, en poco más de mes y medio estaremos por allí. Para no perder la costumbre del calor africano, llegaremos en pleno verano (si deja de llover por allí). Mis compañeros de la procura no se pueden creer que en España el verano sea tan caluroso como les explico; gracias a nuestra presencia saben ésto y que existe el Castillo de Javier, el encierro o el calderete: referentes básicos de nuestra cultura. Por cierto que me miran con auténtico desprecio cuando les cuento en qué consiste el encierro. Y la verdad es que explicarlo, a pelo, sin soporte audiovisual pues queda bastante bárbaro; así que a ver si convencemos al obispo, que tiene tele y nos deja verlo y explicarlo.
Supongo que ellos ponen la misma cara de estupefacción que suelo poner yo cuando me cuentan sus ritos y creencias; que son muchos, os cuento. En general, son un pueblo que las guarda con celo y no hablan mucho de ellas (sobretodo con los blancos) pero con los compañeros, el profe de francés, algún religioso o las mujeres de la consulta de Beatriz, pues nos vamos enterando de alguna. Las creencias y los ritos, les acompañan desde niños empapando la realidad. De hecho, el paso por las diferentes etapas de la vida, tiene su propia celebración: el nacimiento, la adultez, el matrimonio o la muerte. Por ejemplo el rito de iniciación. Cuando llegamos, en octubre, se veían por la calle grupos de chavales vestidos con hojas y collares, que no hablaban: eran “los iniciados”. Se trata de un rito que se repite cada 7-8 años y al que van los chavales que no han participado en el anterior. Durante un par de meses, viven lejos de los poblados, hablan una nueva lengua, y hasta cambian de nombre; imaginaos qué lío en el cole a la vuelta. Supone la entrada en la edad adulta. No hablan de ello y menos con nosotros.
Para las chicas, la iniciación es mucho más penosa (como nó), es simplemente la escisión. Desde niñas hasta adolescentes tanto saras como árabes tienen que someterse a esta brutalidad. De hecho casi todas las mujeres que veo en consulta la han sufrido; y se estima que cada vez se hace a más niñas.Durante la infancia, muchos niños llevan amuletos que los protegen, sobretodo los niños árabes; algunos son chulísimos. Los espíritus, del agua, o los ancestros, están muy presentes en la realidad cotidiana; de hecho, forman parte (en los libros de texto así lo describe) de los habitantes de la casa.
Cuando una mujer da a luz, debe probar públicamente que su leche no es “amarga”: así que debe introducir una hormiga en su propia leche y, según su reacción, se decide si es apropiada para el niño o nó.Cuando la mujer queda viuda, puede pasar a ser la esposa, una de ellas, del hermano de su difunto marido y debe ser sometida a un rito para demostrar que no ha causado la muerte de su esposo. La medicina tradicional trae por la calle de la amargura a Bea (lo mismo dirán los curanderos a sus amigos de nuestra medicina occidental). Trabajar en el hospital es una cura de humildad para la “medicina basada en la evidencia”: la mayoría de los pacientes recurren al curandero y, cuando este fracasa, acuden a nosotros: el problema es que esto retrasa mucho el inicio de “nuestra medicina”. Por poneros algún ejemplo: cuando un niño pequeño sufre muchos vómitos, se le corta la campanilla; cuando les duele algo, hacen escarificaciones o colocan ventosas que queman, así que muchos de ellos tienen tatuados todos sus dolores.Varios enfermeros del hospital explican cómo las personas con epilepsia sufren a causa de “los espíritus”; esto a Bea la enciende; también ha declarado la guerra abierta a los curanderos que aseguran curar el SIDA. Así son las cosas en el hospital de Maïngara: una mezcla de espíritus y pastillas… (o sea un colocón).B ueno, aunque esto de creer en espíritus que causan enfermedades nos parezca inaudito, tampoco hay que ir muy lejos. Seguro que en la Ribera Navarra a más de uno también se lo parece... que de todo hay.
Ale, ya vale de rollo por hoy, mis espíritus me llaman a cenar. Besos grandes y calurosos para todos; gracias por vuestras noticias; os tenemos muy presentes:Rodrigo, Bea y sus espíritus.

viernes, 13 de junio de 2008

Album de fotos HOSPITAL MAINGARA IV


Abuelita en la sala de espera, las cicatrices de la cara son un signo de belleza en su etnia.


Abuelito simpático que vino a saludarnos en la calle, atención a la dentadura y los ojos.

Album de fotos HOSPITAL MAINGARA III




Una abuelita que acompaña a su nieto al hospital y mi cabezota








Esta es la cocina del hospital, se compra todos

los días en el mercado porque no hay frigo.












Madame Angéle, la jefa de la cocina, una maravilla de mujer.



También hacemos ecografías, aquí estamos

en un curso para los médicos de la ciudad.


La sala de espera es todo
un gran paisaje de color

Album de fotos del HOSPITAL MAINGARA II

Esta niña trabajó cuidando a su tío enfermo en el hospital, un bellezón







Florance, una bella paciente, a las afueras del hospital











Esta es la sala de hospitalización de mujeres, cuando no hay más sitio, pues al suelo...












Sábanas del Hospital de Navarra para Jo, un niño con secuelas de meningitis

Album de fotos del HOSPITAL MAINGARA

Esta es mi consulta, es sencilla pero está limpia, cosa que aquí es un lujazo. En estas cuatro paredes se vive muy intensamente...











Es una super abuelita, super paciente en mi consulta
Otro abuelito, Pierre (Pedro), me hizo mucha gracia el chándal de Toreador, este vive en un hogar de monjitas de Madre Teresaesta



Nadjasum, un paciente al que acabamos de dar de alta del Hospital, es agricultor, le tenemos mucho cariño, junto con la traductora: Isabel












Nuevamente Isabel con una familia, los pequeños pasan mucho miedo, sobretodo cuando ven que soy blanca. La niña tiene un problema en los tendones y sólo anda de puntillas. Aquí imposible operarla








Uno de mis pacientes favoritos, un niño con síndrome de Down, de 9 meses

Mamá con bebé del programa nutricional para hijos de madres seropositivas